El Estado de Bienestar es un derecho, y no un privilegio,
que hemos conseguido entre todos los españoles durante décadas. Tarancón y los
municipios de su comarca no son una excepción.
Desde esta Plataforma en Defensa de lo Público exigimos al
Estado, la Comunidad Autónoma, la Diputación Provincial y los Ayuntamientos de
nuestras localidades, a sus gobiernos y partidos de la Oposición, que cumplan
las promesas realizadas durante la campaña electoral y mantengan las
prestaciones que con tanto esfuerzo
hemos logrado traer entre todos hasta nuestra tierra, la Sanidad, los Servicios
Sociales y la Educación deben ser prioritarios, pero también el acceso a
recursos básicos como la justicia y el empleo.
Somos conscientes de las dificultades económicas por las que
pasan el país, la región, la provincia y nuestros municipios. Sin embargo, no
es motivo para desmantelar los servicios que hasta ahora nos permitían mantener
una calidad de vida digna, en especial a las personas que más lo necesitan, así
como ejercer nuestros derechos ciudadanos, civiles y políticos. Nos ampara la
Constitución y la legislación vigente españolas.
Los recortes en Sanidad, Educación, Bienestar Social,
Justicia, políticas generadoras de empleo, etcétera, no solo nos perjudica a
los ciudadanos como usuarios y afectados. También son un elemento más para el
declive de la economía de nuestra zona, puesto que el sector industrial es
escaso y son los servicios los principales yacimientos de empleo. Las cifras
que cada mes aporta el propio Estado ratifican esta realidad que todos
percibimos.
Sabemos que lo que pedimos es más que razonable, es lo
justo. Tener una sanidad o educación de calidad son derechos que atañen a
personas de cualquier ideología o sensibilidad política. Por eso invitamos a
todas las poblaciones afectadas a formar parte de esta Plataforma en Defensa de
lo Público, a que participen en la forma que estimen conveniente porque aquí no
sobra nadie.
Demandamos información veraz, clara y precisa de los
recortes que se están produciendo y que nos afectan directamente, incluso de
manera muy grave. En muchos momentos las declaraciones oficiales no se
corresponden con la realidad que vemos y sufrimos como ciudadanos día a día. En
segundo lugar, exigimos soluciones que se correspondan con cada situación, el
recorte indiscriminado nunca puede ser una respuesta. Si los sacrificios recaen
sobre los doloridos hombros de la población, es necesario que las medidas que
se tomen se consensuen con los propios ciudadanos. Una democracia es el
gobierno de la voluntad general expresada a través de nuestros representantes
políticos, pero los votos no son cheques en blanco.
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